Huellas de mi
ciudad habla de los rincones de nuestra ciudad donde tantas veces hemos
paseado, reído y compartido experiencias con amigos y familiares. Escogimos la
ciudad de Madrid ya que es nuestra ciudad, nuestra vida. Decidimos hacer un
texto epistolar en el que
‘’nuestro’’ abuelo nos hacia un
regalo por nuestro 18 cumpleaños llevándonos por las calles de Madrid, con la
finalidad de hacernos entender que nuestra ciudad es un tesoro. Y la intención
de nuestro trabajo era transmitir esa sensación también a nuestros compañeros y
profesores. El motivo de hacer el trabajo de Madrid y no de Segovia se debe a
que nosotras pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en esta caótica ciudad, y
sin embargo en Segovia no tenemos el placer de pasar siquiera unas pocas horas
al día.
Consideramos
que Madrid es una ciudad importante tanto por ser la capital de nuestro país,
España, como por su legado cultural que pocas veces sabemos apreciar. Cuando
tienes algo de valor cerca muchas veces no sabemos reconocer su importancia y
pensamos que sería buena idea explicar que los sitios especiales para nosotras
a su vez han significado tanto en la historia. Por eso, por ejemplo, al hablar
de la Gran Vía o la Puerta del sol además de señalar que son lugares donde
tantas experiencias hemos vivido queremos destacar su importancia cultural.
Millones de veces hemos paseado por sus calles sin valorar su patrimonio o sin
pararnos a pensar que justo allí donde estamos sentadas hace años tuvo lugar la
beatificación de San Isidro, como ocurre en el caso de la Plaza Mayor. Por eso
consideramos especial nuestra ciudad porque además de formar parte de nuestras
experiencias forma parte de lo que el mundo es ahora.
Elegimos la
figura del abuelo como protagonista de la historia para así también reflejar
que durante décadas y durante muchas generaciones en nuestra familia Madrid ha
sido importante. Otro de los motivos es que las personas mayores son la
representación de la sabiduría, adquirida gracias a todo lo que han vivido, sus
experiencias, buenas y malas que tanto les han enseñado.
Lo
sorprendente de Madrid es que vayas donde vayas siempre encontrarás algo que
rememore alguna batalla, algún acto especial, algún acontecimiento histórico.
La realización de este trabajo nos ha servido para valorar precisamente esto,
que Madrid es historia.
